Las siguientes actividades son estrategia para fomentar la lectura en los niños en cualquier momento del año.
1- Juegos de marionetas
Las marionetas favorecen la creatividad, la imaginación, y contribuyen a fomentar la lectura, por eso, ¡manos a la obra!
Como paso previo, podéis dibujar y colorear los personajes sobre cartulinas, recortarlo, y finalmente, pegarle un palo detrás para sostenerlo. Ya estaría todo listo para dramatizar el cuento al mismo tiempo que se lee la historia en voz alta. Es una forma de echar a volar la imaginación e improvisar.
2- Buscar la letra…
Para realizar esta actividad es necesario elegir la letra de la semana. Según la edad del niño se debe buscar de mayor o menor complejidad.
Una vez elegida, por ejemplo, la letra “B”, se debería pegar una letra B grande (hecha con cartulina, corcho, etc.) en un lugar visible. Durante esa semana, los más pequeños deben buscar palabras que empiecen por esa letra, en cualquier sitio y circunstancia. Si son más mayores, se puede trabajar el reconocimiento de sílabas o incluso sonidos.
Es una estrategia idónea para trabajar el reconocimiento de letras, sílabas, sonidos…
3. Hacer un rincón de lectura
Si tenéis en casa o en el campo espacio, es una excelente idea montar un rincón donde colocar los cuentos, disponer lápices, colores y libretas para escribir y dibujar, y dejar que vuele su imaginación. No olvidéis iluminar bien el espacio y permitir que sea cómodo y tranquilo para favorecer la lectura. Esta estrategia está en sintonía con la anterior, pero es para realizarla exclusivamente en casa, ¿Quién no ha soñado con tener un rincón privado dónde ausentarse del mundo?
4. Contar un cuento y que invente el final
Si algo me encantaba de pequeña era la lectura en voz alta. Escuchar día tras día historias hasta memorizarlas ¿pero, y si hubiese tenido que inventar yo el final? Eso todavía es más divertido.
¿Por qué no contar la historia hasta cierto momento narrativo, y dejar que los más pequeños inventen cómo acaba? De esta forma, se disparará su ingenio, se trabajará la memoria y se conocerán las estructuras narrativas, ya que, sabiendo que tiene que inventar un final, comenzará a interpretar las estructuras de la historia.
5. Leer imágenes
Otra estrategia que agudizará la imaginación de los más pequeños es la de hacerles dibujos a modo de viñetas, ordenarlos (de forma premeditada o aleatoria) y dejar que inventen una historia en función de las imágenes expuestas.
Es una excelente acción para ampliar su vocabulario y para que conozcan las estructuras narrativas (introducción – nudo – desenlace).
6. Escribir cartas al autor
Ya avanzados en sus hábitos lectores, desarrollarán gustos por unos determinados géneros y autores. Por eso, no hay mejor motivación que escribirle una carta a los autores o autoras favoritos.
Esto conducirá a los más pequeños a seguir leyendo para descubrir otros cuentos del mismo autor, y otros potenciales que podrán gustarle.
7. Clasificar
Para llevar a cabo esta actividad tenemos que recortar letras, palabras y frases de periódicos y revistas. En segunda instancia, cogeremos una cartulina y haremos tres columnas, “letras”, “palabras”, y “frases”.
Ahora es el turno de los más pequeños, quienes tendrán que ir cogiendo los recortes y llevarlos a la columna correspondiente. De esta forma, comenzarán a interpretar las estructuras gramaticales, la ortografía, el léxico…
8. Compartir la lectura
Ya para terminar, quiero mencionar la que creo que es la mejor manera de fomentar un hábito en niños, y es simplemente viendo lo mismo en adultos. Por eso, no querrás que se sienten a leer a tu lado si tú estás viendo la televisión, ¿no?
Regocijaros en la lectura, sentaos cada uno con su libro, uno al lado del otro, y dejad que el silencio y la calidez del momento os rodee. Simplemente disfrutadlo.
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